En Tiempos De Luz Menguante
la historia de la caída del Muro de Berlín contada a través de una familia
Berlín, capital de la República Democrática Alemana, 1989: las hojas amarillas y los árboles muertos se convierten en claros símbolos de un sistema que era muy prometedor pero que se estaba desintegrando. El resplandor de la utopía comunista se estaba desvaneciendo. El sistema está muriendo, un matrimonio está muriendo. Una familia se está rompiendo. Así es como el director Matti Geschnnoeck describe su último largometraje, y así es como lo desarrolla Eugen Ruge, autor del best seller en el que se inspira la película.
Pero para poder entender bien la historia hay que entender el contexto histórico en el que está ocurriendo. Es otoño del 1989 y «el cambio» ha llegado a la República Democrática Alemana (RDA o Alemania del este). La RDA era un estado socialista que se encontraba bajo ocupación soviética desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y que continuó existiendo hasta 1990 (poco después de la caída del Muro de Berlín).
La caída del muro vino motivada por la apertura de fronteras entre Austria y Hungría en mayo de 1989, ya que cada vez más alemanes viajaban a Hungría para pedir asilo en las distintas embajadas de la República Federal Alemana (RFA). Esta apertura de fronteras tuvo como resultado diferentes manifestaciones en contra del gobierno de la Alemania Oriental, en las que se pedía mayor libertad de circulación. Estos acontecimientos llevaron a la sustitución del líder de la RDA, y a que el 9 de noviembre de 1989 el gobierno de la RDA afirmara que el paso hacia el oeste estaba permitido.
Ese mismo día, miles de personas se agolparon en los puntos de control para poder cruzar al otro lado y nadie pudo detenerlos, de forma que se produjo un éxodo masivo. Al día siguiente, se abrieron las primeras brechas en el muro y comenzó la cuenta atrás para el final de los días del Muro de Berlín y de la RDA.